¿Cuándo un adolescente padece un trastorno disocial?
Adolescentes
Todos los chavales hacen en uno u otro momento cosas que a los adultos nos pueden parecer inapropiadas… ¿Eso quiere decir que padecen un trastorno disocial? Pensad en vosotros mismos en vuestra adolescencia… ¿No llevasteis a cabo conductas que ahora veis problemáticas o peligrosas?
Entonces, ¿cómo podemos diferenciar un comportamiento ocasional de una patología psicológica? Dadas las consecuencias que conlleva, es importante conocer sus síntomas. Así, si sospechamos que una persona puede padecerla, podremos acudir a profesionales cualificados para que nos ayuden.
“No hacer ninguna acción contraria a las reglas, es el medio de dirigir una buena conducta” -Confucio-
El trastorno disocial viene delimitado por el patrón conductual
Lo primero que hay que tener claro es lo que he adelantado ya en los primeros párrafos: una cosa es que, en algún momento dado o de forma puntual se hayan realizado las conductas que vamos a explicar a continuación, y otra muy distinta es que una persona actúe de manera frecuente de esa manera.
En el trastorno disocial se da un patrón de comportamiento repetitivo e inadecuado para la edad de la persona. Un patrón que va a estar caracterizado por el incumplimiento frecuente de las normas sociales básicas de convivencia que están aceptadas y que se respetan en la cultura a la que pertenece. Además, viola los derechos básicos de otras personas.
“La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral” -José Vasconcelos-
Para considerar que hay un trastorno disocial, estos comportamientos deben estar presentes en el último año. Hay que tener presente que conllevan innumerables consecuencias para los menores que los practican y para quienes les rodean. La situación familiar se complica, llegando en algunos casos a ser insostenible. Pero no solo eso, sus relaciones sociales también se ven perjudicadas. Los jóvenes pueden llegar, incluso, a tener problemas legales.
¿Qué conductas son características del trastorno disocial?
Las 15 conductas que suelen realizar estos chicos se agrupan en cuatro grupos: agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, engaño o robo e incumplimiento grave de las normas. A continuación, veremos de manera más detallada una lista de estos comportamientos. No tiene por qué realizar todos ellos, pero por lo menos debe haber hecho tres para considerar el trastorno disocial.
- Agresión a personas y animales:
- A menudo acosa, amenaza o intimida a otros.
- A menudo inicia peleas.
- Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros.
- Ha ejercido la crueldad física contra personas.
- Ha ejercido la crueldad física contra animales.
- Ha robado enfrentándose a una víctima.
- Ha violado sexualmente a alguien.
- Destrucción de la propiedad:
- Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
- Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien, pero no por medio del fuego.
- Engaño o robo:
- Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
- A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones.
- Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima.
- Incumplimiento grave de las normas:
- A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.
- Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez si estuvo ausente durante un tiempo prolongado.
- A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.
Los jóvenes que llevan a cabo estos comportamientos de forma persistente suelen tener unas emociones prosociales -emociones que facilitan comprender el estado emocional de los demás- limitadas, pudiendo darse una falta de arrepentimiento, despreocupación por su rendimiento, un afecto superficial o deficiente, o incluso insensibilidad por los demás y carencia de empatía.
Como se puede imaginar, las conductas de estos chicos pueden causar bastantes daños y llegar a suponer un problema grave. Pero esto no quiere decir que no se pueda hacer nada. Al contrario, es sumamente importante tomar cartas en el asunto y tratar de ayudarles. Si, al leer el artículo, has visto que tienes en casa una situación que puede encajar en esta, no lo dudes… ¡Busca un psicólogo adecuado y deja que el valore tu caso!
Imágenes cortesía de Mads Schmidt Rasmussen, Amritanshu Sikdar y Jacob Ufkes.
Autor: Laura Reguera Carretero Web: La mente es maravillosa