La construcción de la primera línea del metro de Bogotá sigue generando debates y controversias. En las últimas horas, el presidente Gustavo Petro acusó a la Alcaldía de Bogotá, dirigida por Claudia López, de incumplir un acuerdo entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía respecto a una modificación del proyecto.
Según Petro, «Se acordó trabajar una fase de la primera línea elevada entre el patio taller y la carrera 50 y a partir de allí una fase subterránea hasta la calle 100 en el norte». Esta fase subterránea sería licitada por la Nación y, según el mandatario, ya cuenta con estudios de detalle. Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, la construcción del metro continúa, y se encuentra actualmente en un 24% de ejecución.
Se acordó trabajar una fase de la primera linea elevada entre el patio taller y la carrera 50 y a partir de alli una fase subterranea hasta la calle 100 en el norte que seria licitada por la nación y que ya tiene estudios de detalle. Se pidió concepto a la sociedad colombiana de… https://t.co/1We9Dyf1SE
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 27, 2023
A esta acusación, la alcaldesa Claudia López respondió negando la existencia de tal acuerdo. “Para claridad. Ni el Presidente ha pedido ni mi alcaldía ha acordado parar el metro de Bogotá”, afirmó. López precisó que en la mesa técnica el Ministerio de Transporte anunció que llevaría un estudio que cumpla los criterios de ley y beneficio-costo, sobre la viabilidad del cambio de trazado.
Para claridad. Ni el Presidente ha pedido ni mi Alcaldía ha acordado parar el Metro de Bogotá. Con los estudios completos y aprobados por la interventoría ayer empezó la construcción del viaducto con 6 nuevos frentes de obra y 4.200 personas trabajando a toda marcha. Vamos en el…
— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) July 26, 2023
El ministro de Transporte, William Camargo, que participó en las discusiones de la construcción del metro como director de la ANI, se ha mostrado en sintonía con la posición de López, afirmando que se acordó aceptar los resultados de la consultoría realizada por la SCI, como órgano consultor del Gobierno Nacional.
El consorcio contratista, Metro Línea 1 (ML1), que se encuentra trabajando en la obra, también ha expresado su disposición para colaborar y adaptarse a los cambios necesarios que resulten en un proyecto con menor impacto para la ciudad. Sin embargo, estos esfuerzos parecen enfrentar obstáculos dado que la alcaldesa ha afirmado que no asignará más fondos para el proyecto.
Petro, por su parte, ha sostenido que pasar un metro elevado por el área más densa de la ciudad sería un error con consecuencias graves para Bogotá. Ha propuesto modificar el tramo de la Avenida Caracas para que sea subterráneo y evitar así los impactos negativos que, según él, acarrearía la construcción de una línea elevada.

Esta confrontación pública entre el presidente Petro y la alcaldesa López tiene potenciales implicancias legales y financieras. La paralización o modificación de la obra en marcha podría derivar en demandas millonarias contra la Nación por incumplimientos con el consorcio chino contratado para la construcción.
Andrés Escobar, exgerente de la empresa Metro de Bogotá, advirtió sobre las dificultades que conllevaría modificar el proyecto del metro de Bogotá, haciendo hincapié en que detener la obra incluso por un día generaría costos que no se podrían recuperar con el contrato actual. Además, indicó que cambiar el diseño de un tramo del metro implicaría tiempos perdidos, dado que los diseños de las fases 1 y 2 ya están completados con todo el detalle.
El futuro del proyecto del Metro de Bogotá, por tanto, se encuentra inmerso en un mar de incertidumbre. Mientras las obras continúan, los debates entre las partes interesadas prometen seguir dando de qué hablar en el ámbito público y político del país.