El impacto de los auriculares en la salud auditiva

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Juan Torres
Juan Torres
Juan Torres es Líder Internacional y experto en Colombia y América Latina en Educación y Gestión. Tiene experiencia en diferentes mercados internacionales y está familiarizado con las negociaciones con partes interesadas transnacionales. Actualmente se encarga de la educación en la región iberoamericana.

El uso de auriculares se ha vuelto un hábito. Basta con mirar a nuestro alrededor en la calle, el transporte público e incluso en el ámbito laboral para notarlo. Ya sea por entretenimiento, para escuchar música, un podcast o la radio; o por necesidad, para llevar adelante una conferencia en un espacio público, su uso se ha vuelto masivo. Y mayormente en adolescentes y jóvenes.

Pero, como tantos otros hábitos que tenemos naturalizados, permitir que el sonido ingrese directamente a nuestros oídos puede hacernos daño. Porque la magnitud sonora que reciben, por ejemplo, con los auriculares In-Ear, como los earpods  o los Galaxy Buds, es notablemente mayor que la que escuchan sin ellos en el ambiente que nos rodea.

Este daño tiene que ver con la pérdida progresiva de la audición, un trastorno que no tiene cura, por lo que tomar conciencia para prevenirla es fundamental. Según registros de 2022, se proyecta que cerca del 24 % de los jóvenes y adolescentes podrían sufrir a futuro sordera. Tanto por el uso abusivo de auriculares como por estar expuestos a decibeles muy altos en bares, discotecas y recitales.

¿Cuánto tiempo y a qué volumen deben usarse los auriculares para que no sean dañinos?

De acuerdo con el trabajo sobre escucha segura de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el volumen de los auriculares tipo earpods (In-Ear o intraurales), tipo Bose QuietComfort (Over-Ear o circumaurales) o tipo Beats solo Pro (On-Ear  o supraurales) jamás debe superar el 60% de su capacidad sonora máxima y el tiempo de uso deseable es de una hora, no más. Tanto si se trata de teléfonos móviles, como de ordenadores o consolas. Y el volumen debería ir bajando a medida que pasa el tiempo de uso.

El informe de la OMS explica que exponer los oídos a 100 decibelios (dB) a lo largo de 15 minutos con auriculares equivale a recibir el ruido de un ambiente industrial de 85 dB durante 8 horas sin ellos. Y señala que alrededor del 50% de las personas de entre 12 y 35 años los usa de manera poco saludable en términos de volumen.

Por todo esto, los especialistas recomiendan usar estos dispositivos el menor tiempo posible y respetar el rango de volumen aconsejado. La mayoría de los teléfonos celulares le indican al usuario cuando el volumen es excesivo. Y también existen aplicaciones especialmente diseñadas para limitar el volumen de escucha que pueden descargarse de cualquier tienda.

¿A partir de qué edad se puede empezar a usar auriculares?

Los daños causados por el uso de auriculares son aún más graves cuando hablamos de infantes. Estar expuestos a sonidos amplificados no sólo puede causarles pérdida de la audición, sino también afectar su aprendizaje y el vínculo social con sus pares escolares. Por este motivo, y al igual que la exposición a las pantallas, cuanto más retrasemos el uso de auriculares menor será el daño para el sistema auditivo.

El uso abusivo de auriculares también puede causar afecciones en la piel de las orejas y en el canal auditivo externo. La aparición de zumbidos internos en el oído y, como dijimos, la pérdida de audición. Y estas últimas dos consecuencias repercuten directamente en nuestra capacidad comunicativa. Dado que escuchar mal nos dificulta interactuar con el entorno y mantener diálogos con el resto de las personas.

La adolescencia y el uso de auriculares

Según los registros, el 20% de los adolescentes de entre 12 y 19 años padece pérdida de la audición como consecuencia de estar expuestos a música excesivamente alta de manera frecuente y prolongada. Es habitual cruzarnos con chicos y chicas con grandes auriculares en la vía pública. Y las denominadas “fiestas silenciosas” son cada vez más populares y habituales. Esas en las que el ambiente permanece en silencio y los invitados escuchan la música que reproduce el DJ en sus auriculares.

El primer síntoma de la pérdida auditiva es la aparición de zumbidos en el oído, lo que se llama acúfenos. Indicadores de que hay una lesión incipiente o avanzada. Si se la detecta de manera temprana puede revertirse; de lo contrario, si las células del oído interno ya han muerto, la pérdida de audición es un hecho y es irremediable.

La OMS asegura que más de 425 millones de personas de todos los países del mundo presentan este trastorno en la actualidad, sobre todo, adolescentes y jóvenes. Según las investigaciones de seis reconocidos especialistas de Suiza, Suecia, Estados Unidos y México, en 2022 entre 670 y 1.350 millones de jóvenes de entre 12 y 34 años tienen prácticas auditivas poco saludables.

El estudio se basó en el análisis de artículos científicos sobre prácticas auditivas inseguras realizados entre 2000 y 2021, teniendo en cuenta el uso de auriculares y la permanencia en espacios de ocio, como bares, discotecas y conciertos, donde los decibelios son mayores a los deseables. Y arrojó que los usuarios escuchan audios a 105 decibelios y están expuestos a entre 104 y 112 en locales nocturnos.

Según las definiciones de la OMS, ruido es cualquier sonido de más de 65 dB, es considerado peligroso para la salud del oído cuando supera los 75 y doloroso de los 120 en adelante. Para entender de lo que hablamos, el claxon de un coche y la marcha de un tren producen un sonido de 90 dB. El tráfico urbano, entre 80 y 85. El volumen promedio de una discoteca es de 100. Y una conversación normal, entre 50 y 60 dB.

¿Cuáles son los modelos de auriculares menos dañinos?

Si estamos obligados a usar auriculares o simplemente queremos hacerlo aun sabiendo que pueden hacernos daño, hay algunos tipos “menos malos” que otros. Los modelos tipo diadema o «Over-ear”, como los Bose QuietComfort,  son preferibles antes los intraurales o de botón, como los Galaxy Buds. Porque los primeros cubren toda la oreja y el sonido se diluye levemente antes de entrar a la cavidad auditiva. Mientras que los segundos, impacta directamente en el tímpano.

Además, es recomendable optar por aquellos que cuenten con sistema de cancelación de ruido, es decir, capaces de anular el sonido externo. De esta manera, evitamos tener que subir de más el volumen cuando estamos en un ambiente muy ruidoso, como una fábrica, un tren o un embotellamiento de tránsito.

Consejos para cuidar la salud del oído

Usar auriculares de diadema, tipo orejera o casco por sobre los de botón e inalámbricos. Estos últimos son más dañinos porque envían el sonido directamente al tímpano.

Elegir modelos con sistema de cancelación de ruido para no tener que subir el volumen por encima de lo recomendado en ambientes ruidosos.

Usarlos a un volumen de 60% del máximo permitido por el dispositivo.

No utilizarlo por más de una hora diaria.

De usarlos más tiempo, descansar 5 minutos después de cada hora de uso.

No compartir los auriculares con otras personas para prevenir el contagio de enfermedades.

Ante la presencia de zumbidos en los oídos, se debe consultar con un otorrinolaringólogo para que realice un chequeo.

Conclusión

Nuestros oídos están permanentemente expuestos al ruido, las 24 horas de los 365 días del año. Y esa exposición genera pequeños e imperceptibles daños en el oído que se van acumulando a lo largo del tiempo. Motivo por el cual debemos evitar la exposición a sonidos intensos, prolongados y directos. La idea no es privarnos del uso de los auriculares, si no hacerlo de manera tal que no afecte nuestra salud.

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